Finalmente llegamos al momento tan esperado: inauguramos la primera escuela pública sustentable de Argentina en la localidad de Mar Chiquita. En una semana de mucha emoción y trabajo, finalmente entregamos el edificio a los niños y niñas de la Escuela N°12, que lo habitarán.
Quienes trabajamos a diario en la obra, tuvimos días de despedidas de amigos y compañeros de ruta que tuvieron que volver. Las jornadas de trabajo se extendían hasta bien entrada la noche y en distintos equipos nos íbamos ocupando de finalizar los últimos detalles para llegar al martes con el edificio pronto.
Un equipo trabajo sin parar en la cubierta de los tanques de agua detrás del terraplén, otro más amplio se encargó del jardín y la plantación masiva de especies donadas por viveros de la zona. En el edificio, un equipo se dedicó a la pintura mientras las artistas plásticas locales decoraban cada salón con murales que ilustran la flora y la fauna de la región.
Al mismo tiempo, la carpintería avanzó a toda velocidad terminando con marcos y puertas y se colocaron todos los vidrios internos, se plantó la huerta interior y se instalaron las dos baterías de baños. Por todos los rincones pequeños equipos avanzaban en perfecta sincronía. El armado del dispositivo que filtra y administra el agua fue de los últimos detalles en quedar pronto. En paralelo, cuadrillas de limpieza empezaban a dejar el predio pronto para los eventos de inauguración.
“Más allá de este hermoso edificio, lo que es importante, lo que es sustentable de verdad, es que estemos todos reunidos acá, construyendo cosas juntos, compartiendo con nuestros amigos, nuestras familias, los vecinos” afirmó Martín Espósito, director del programa Una Escuela Sustentable el martes por la tarde cuando entregamos las llaves del edificio en un emotivo acto, en el que los niños y niñas de la Escuela N°12 cantaron una canción especialmente preparada para la ocasión y contamos con la presencia de representantes de nuestro principal sponsor, Ala y de las organizaciones que nos acompañaron en este recorrido.
“El haber trabajado todos de forma conjunta, tirando para el mismo lado, con mucho compañerismo, mucho compromiso, mucho amor, ese es el ejemplo que representa esta escuela” afirmó el intendente de Mar Chiquita, Carlos Ronda en el acto. Luego fue el turno del corte de cinta y el primer recorrido por el edificio.
Entre abrazos, despedidas y agradecimientos a cada uno de los voluntarios que llegaron a Mar Chiquita para levantar el edificio, comenzamos a entender que este final trae consigo un nuevo comienzo: en pocos días, los niños y niñas de Mar Chiquita van a comenzar a habitar la primera escuela pública sustentable de Argentina. Vamos a acompañar ese proceso entendiendo que el verdadero cambio que necesitamos puede comenzar en esta nueva escuela.
Dejanos tus datos
Dejanos tus datos